isoslayable(mente)

Analizame

noviembre 17, 2009


He sentido, desde un comienzo, que la relación nunca fue un “Vos y Yo”, sino que fue un “Nosotros”, sin que nos diéramos cuenta, estábamos ahí, tirados junto al fuego, siempre siendo el complemento uno del otro. Uniendo miradas, abrazos, caricias, besos se fue solidificando ese “Nosotros” y se imprimió en la memoria a partir de los detalles de los caminos, las habitaciones, los cielos, los días, las tardes, los mates, el sabor a cigarrillo, todo formando parte de la historia que algún día alguno se atreverá a contar. El mundo sigue corriendo frenético, imparable pero aún así en el preciso instante en el que juntamos nuestros fuegos lo detenemos. En una rara mezcla de palabras que revolotea por el aire nombrando cosas, lugares, sentimientos logramos generar una energía alrededor nuestro que nos sumerge aún más dentro de “Nosotros” y lo alimenta. Ese nosotros no respeta las leyes del tiempo y el espacio, ya que está en todos lados, a miles de kilómetros, y vive eternamente, hasta el día en que no ocupemos más lugar en este mundo, y luego seguirá existiendo para siempre en el recuerdo de los que conocieron ese “Nosotros”. Ese “Nosotros” que posee una perfecta dialéctica de un polo positivo y uno negativo de imán, de un “te quiero” y un “yo también”, de un ave y el vuelo, de río y mar, de futuro y esperanza; era el pilar que sostenía, al fin a un “Vos” y un “Yo”, pero que no eran más que almas vacías, llenas de nada, sin el “Nosotros”.

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