isoslayable(mente)

Analizame

octubre 29, 2009

Sección 11.0


Tus ojos, tu voz, el atardecer, tu piel, la luz, el mate, la terraza, el corazón, los días, el tiempo, el perdón, la razón, la lluvia, la cama… Podría enumerar infinitas cosas, sustancias, situaciones que llevan tu nombre impreso. No pude esperar más y tuve la necesidad de saber de vos, unas palabras fueron suficientes, hubiese estado feliz con el simple hecho de que contestaras. A veces reflexiono y es increíble a lo que me reduje solo por esperar algo que sé que no va a llegar, pero creo que al fin lo comprendo, un error se escapó de mis manos y fue a parar a las tuyas, y es la espada con la que me tienes arrinconado contra la pared. Lamento, como se lamenta un ciego de no poder ver, que las cosas se sucedieran de esta manera, más aún sintiendo que ya te has olvidado de todo y que ya dejas esa espada, la tiras, te das la vuelta y te vas, así como llegaste a mi vida, despacio pero con un paso firme. Veo la escena, como tantas otras veces intento reaccionar, pero me quedo allí quieto, inmóvil, paralizado como esperando que me mires y puedas entender que mis ojos piden a gritos que vuelvas, ya sea para cortarme la cabeza o para darme una oportunidad más y así poder terminar con esta amarga condena de no saber que hacer.

Rfx 2.0


A último momento, y buscando escapar de hacer lo mismo de todos los días, me pongo las zapatillas, algo gastadas, rotas y sucias, junto unos pantalones cortos del suelo (Donde está el resto de mi ropa, desparramada), una remera y me decido por salir a caminar, bajo las escaleras, sin demasiado entusiasmo, jugando con las llaves, como de costumbre. Llego a la planta baja, me asomo y miro hacia fuera, los relámpagos incesables, y la lluvia cayendo “¡Que bueno!” me digo, siempre me ha gustado sentir como de a poco todo mi cuerpo se humedece bajo una tormenta, el simple hecho de mojarme, empaparme… Abro la puerta y comienzo a caminar, sin demasiado en qué pensar, sin embargo, mi mente divaga, se va, como cada gota de agua que corría por mi rostro. Luego de un par de pasos una baldosa floja me moja la pierna, algo que dispara miles de sensaciones y una frase en mi cabeza “¿Qué necesito para poder reaccionar de este letargo de la misma manera en que lo hizo esta baldosa?”. Quizás el hecho de reconocer mis errores, no haga más que desperdiciar mi tiempo, debería ser un reaccionario ante ellos.
No han pasado siquiera tres minutos desde que me alejé de mi portal y estoy completamente empapado. Empapado, mojado, errado, quizás la lluvia me quiere decir algo, estoy envuelto en mis errores. Mi mente continúa viajando. Estar solo conmigo mismo no es de mucha ayuda, solo termino más enredado. Quiero olvidar, intento acordarme de olvidar, pero el olvido me olvidó y ya no puedo recurrir a nadie más. En este momento estamos solos yo y yo, uno frente al otro. Un rayo quebró la noche y una procesión de imágenes-recuerdos aplasta todo mi ser. La idea de crearte una vez más y tenerte a mi lado me pareció mi salvación, pero lejos estaba de serlo y acabó por ser lo que al fin me destruyó. Y ahora vuelvo, con menos ideas, peleado conmigo y sin ganas de que Urôr, Verôandi o Skuld lancen sus reproches sobre mi; abro la puerta del edifcio y comienzo a subir con tedio los tres pisos hasta mi hogar… una vez dentro me recuesto y dejo que el sueño me alcance ya cansado de pelear contra todo.

Sección 4.3

Cuando más pretendo emborracharme de olvido y pienso que lo logro, cae el sol, recordándome que sigo vivo, y con él la resaca de los recuerdos, todos los momentos que hacíamos el amor sentía la conexión que había entre nuestros sentimientos, la unión de dos almas que al momento de estar juntas lo hacían perfectamente. Hoy un vacío enorme dentro de mí me despierta todas las mañanas, mi sombra como compañera me susurra al oído que la soledad se ha instalado en mis días y no la podré desalojar. Cuántos cuerpos han pasado por mis sábanas y sin embargo ninguno siquiera se acerca a llenar eso que tanto busco. El tiempo pasa, y no perdona, al igual que la niña ingenua que eras ya se convirtió en una mujer que olvida fácil y desprecia todo el pasado, repasando los recuerdos con odio y con rencor, aprendió bien las “instrucciones para salvar el odio eternamente”. Es algo recurrente en mi mente pasar algún día por su perdón y volver a ser aquel que fui, pero en ese momento el orgullo y alguna otra razón se empeñan en impedírmelo… a pesar de las noches que me dormí pensándote y tratando de sacarte de mi mente, no lo puedo lograr, es un imposible y es que en verdad te amé, y lo sigo haciendo, es por eso que me canso de mi, y lo detesto, ¡NO QUIERO HACERLO MÁS! Pero la esperanza de algún día volver a tenerte tan real es más fuerte.

Rfx 1.3 "Un viajante cósmico"

Condenado a la rutina, una vez más regresando a casa, cuando de pronto y como una carcajada en una biblioteca de fondo del murmullo del colectivo oigo unos gritos. “Avancen, vamos que podemos, (Pum, pow, pafff) no bajemos los brazos que ganaremos esta batalla”. Me pareció algo fuera de lo común, me sacó de mi cotidianeidad, avanzo entre la gente, me encuentro frente a él y lo observé… en su mundo, ajeno a todo tipo de “realidad”, esa realidad que todos allí dentro compartíamos. Continuaba “Tu puedes, Facundo, sigue conmigo, yo te protegeré” (Zassss, boom!). Mis pensamientos trataban de analizar la situación, es muy endeble, vulnerable, pero sin embargo en su mundo es capaz de realizar todo tipo de hazañas y rescatar a sus amigos, ser el que quizás muchos quisiéramos ser. En ese momento replica “Tengo que cambiarme de película”. Todo era una película, pero él continuaba dentro de ella, una película con incierto final. ¿Será todo, en verdad, como una película, nuestras vidas, un libro, un guión, imágenes, gente, sentimientos, abrazos, miradas, yo, ellos, VOS?

Finalmente me reincorporé, pude escapar a mis pensamientos y desde lo más profundo de mi corazón deseé: “Quisiera poder entrar dentro de su película y olvidarme de todo por el resto de mi vida”. Y es que simplemente, y doy fe de ello, él era feliz. Deseaba tanto salvar a sus compañeros como yo estar dentro de su película y compartir triunfos y derrotas fuera de esta realidad que me rodea, me asfixia y me derrota día a día. Gracias a él, quien muchos dirán “Está loco”, es que logré entender que puedo tomar las riendas y ser protagonista de mi película y ser tan feliz como él. Gracias, anónimo viajante cósmico.